Castilla-La Mancha en la buena dirección

Castilla-La Mancha, en la buena dirección

A pocas semanas de que termine la legislatura, podemos decir que Castilla-La Mancha y los castellano manchegos avanzan en la buena dirección gracias a la puesta en marcha de políticas del Gobierno de Cospedal que han logrado encauzar el rumbo de la comunidad.

Ha sido una legislatura repleta de reformas; unas reformas necesarias y que han permitido que el trabajo bien hecho por la presidenta Cospedal sea reconocido dentro y fuera de nuestras fronteras.

En Castilla-La Mancha el paro se ha reducido en casi 35.000 personas en los dos últimos años, 17 meses de manera consecutiva; además, la contratación indefinida se ha incrementado el 14,6 por ciento y se ha conseguido que casi 5.000 nuevos jóvenes tengan trabajo.

Castilla-La Mancha es sinónimo de calidad, con una Sanidad muy bien valorada por los ciudadanos y unos profesionales al más alto nivel, con la puesta en marcha de 13 nuevos centros de salud y otros tantos quirófanos, la reducción del 21% de las listas de espera en las consultas, la puesta en circulación de 34 nuevas ambulancias (en detrimento de 230 coches oficiales que han dejado de circular), o los más de 70 millones de recetas electrónicas expedidas, con un ahorro de 8,8 millones de desplazamientos para los ciudadanos.

Nuestra región ha conseguido en tiempo récord reducir el fracaso escolar en 9,3 puntos; somos líderes en el incremento del plurilingüismo en las aulas, con 527 secciones bilingües; 16.129 alumnos se han acogido a la modalidad de Formación Profesional Dual, con 4.833 empresas que prestan su apoyo en esa tarea, y 29 nuevos centros educativos han visto la luz, con una inversión cercana a los 64 millones de euros.

Castilla-La Mancha ha dado un paso adelante en la defensa de la maternidad y la familia, con un verdadero Plan Estratégico de Apoyo a la Maternidad, en el que el Gobierno de Cospedal ha invertido 43 millones de euros, con ayudas pioneras para las mujeres embarazadas. Son las conocidas como “becas mamá”, de las que pueden beneficiarse mujeres que atraviesan dificultades económicas durante 24 meses.

La Ley de Garantía de los Derechos de las Personas con Discapacidad es una demostración clara y palpable de la solidaridad de una comunidad autónoma que se ha comprometido –a través de un texto normativo y vinculante- a destinar el 1% de su Producto Interior Bruto a este colectivo.

La senda del crecimiento y el empleo que Castilla-La Mancha ha emprendido está íntimamente relacionada con la reducción de las listas de espera de las residencias para nuestros mayores en un 60%; el 50% en el caso de la lista de espera para los dependientes, lo que ha supuesto la nada desdeñable inversión de 130 millones de euros.

Los agricultores y ganaderos de esta tierra, que tanto quiere y se identifica con el campo, han recibido 6.647 millones de euros provenientes de fondos europeos. Una importante cuantía que ha habido que luchar en las instituciones comunitarias y que tanto bienestar y riqueza proporcionan a Castilla-La Mancha; sin olvidar los 130 millones destinados al sector agroalimentario o los 257 millones de euros que han contribuido a la reestructuración del viñedo. 

Este sector es uno de los grandes protagonistas en los extraordinarios resultados en materia de exportaciones que ha experimentado nuestra región en los últimos años, que nos ha ayudado a hacer frente a la crisis cuando peor iban las cosas y actualmente contribuye a la buena marcha de una economía que circula a velocidad de crucero.

Las infraestructuras también se han visto mejoradas notablemente, concretamente 4.385 kilómetros en el caso de la extensa red de carreteras de nuestra región; los castellano manchegos disponen de más y mejor agua, con una mayor cantidad de reserva en los embalses de cabecera y caudales mínimos en municipios emblemáticos, y se ha puesto en marcha una política de vivienda por más de 133 millones de euros para ayudar, por ejemplo, a 7.055 familias necesitadas de un alquiler más accesible, y a las que el Gobierno de Cospedal no ha dejado en la estacada.

Castilla-La Mancha ha sido la primera comunidad autónoma en bajar los impuestos a los ciudadanos, de manera que un millón de castellano manchegos han visto que a la reducción del tramo del estatal del IRPF en sus nóminas se ha unido otra en el tramo autonómico, lo que ha significado que 200 millones de euros hayan pasado de las arcas regionales a los bolsillos de los contribuyentes. Con ello nos hemos convertido en una de las comunidades autónomas con el menor Impuesto de la Renta de las Personas Físicas para las rentas medias y bajas.

Junto a toda esta labor, esta legislatura se distingue por los más de 4.000 millones de euros a los que la Junta de Comunidades ha tenido que hacer frente para pagar las los facturas a proveedores con los que habían contraído deudas los gobiernos socialistas; el logro histórico de reducción del déficit público en 6,2 puntos en tiempo récord y el pago de la totalidad de las deudas con los ayuntamientos de la región.

También se recordará la actual legislatura por la ejemplaridad de los cargos públicos: se ha reducido el 50% de los altos cargos de la Administración, los diputados regionales han podido hacer compatible su trabajo en las Cortes con su quehacer profesional y se han suprimido los privilegios a los ex altos cargos. Medidas todas ellas que los ciudadanos agradecen a un Gobierno comprometido con la austeridad.

Estas iniciativas se han traducido en un ahorro de más de 95 millones de euros en los presupuestos, que se han podido destinar a su vez a políticas que verdaderamente redundan en el bienestar de los ciudadanos, quienes han visto como Castilla-La Mancha abandonaba con paso firme la recesión y la crisis en la que se encontraba inmerso en el año 2011 y se ha embarcado definitivamente en el camino del crecimiento económico y la creación de empleo.

Necesitamos que este esfuerzo no se eche por tierra. Es imprescindible que Mª Dolores Cospedal siga liderando el proyecto de recuperación en la creación de riqueza y empleo que empezamos hace cuatro años. Nos esperan otros cuatro años trascendentales para el futuro de esta región. Ahora toca recoger lo que hemos sembrado