A ELLOS, QUE LES DEBEMOS TODO

El presidente del PP-CLM, Paco Núñez, ante la crisis del COVID-19

Paco Núñez, presidente del PP-CLM
Paco Núñez, presidente del PP-CLM

Se lo debemos todo. A esa generación que hoy está sufriendo más que nadie. A nuestros padres y abuelos. Ellos que, mayoritariamente, son los que caen a golpes de esta tragedia que tiene nombre de rey del mal.

Son los más frágiles. Los que deberían disfrutar de un dulce ocaso, bello y cálido, y están yéndose antes de hora.

Ellos, que mayoritariamente conocieron la guerra, el hambre, y otras enfermedades cuyo nombre hoy empezamos a olvidar, son los que están pagando con su vida el precio de esta nueva epidemia.

Ellos, que nos enseñaron cómo pasar de la dictadura a la democracia, con responsabilidad y generosidad. Con un abrazo entre contrarios. Sin mirar atrás. Sin capítulo de agravios ni deudas que cobrar.

Ellos, que fueron ejemplo de que, con trabajo, esfuerzo y dedicación siempre podremos conseguir todo aquello que nos propongamos.

Tengo el ejemplo de mis padres: Paco y Lola. Son los únicos mayores que me quedan, porque mis abuelos y mis abuelas, los cuatro, hace tiempo que nos dejaron.

Ellos, mis padres, me enseñaron que hay que ir por la vida de frente. Con la verdad por delante. Que hay que ser honesto, amigo de tus amigos y de espíritu generoso. Y ellos, y mi hermana de la que ya os hablé, me inculcaron que no hay mayor virtud que el servicio a los demás. Que no hay mayor don que el de la generosidad y el de hacer el bien allá donde te encuentres.

No os oculto que tengo miedo por ellos. Por mi mujer, por mis hijos, por otros familiares y amigos también, pero por mi madre y mi padre, especialmente. Igual que muchos de vosotros.

Pero siempre hay motivo para la esperanza. Y tenemos que aferrarnos a eso.

Hoy he podido conocer a través de un medio de comunicación que Máxima, a sus 100 años, ha podido con el monstruo. Fue ingresada hace dos semanas en el hospital de Albacete y ha recibido hoy el alta.

Máxima, que fue concebida en aquel año de la terrorífica “gripe española”, entre 1918 y 1919, y que se llevó cerca de 50 millones de personas en todo el mundo, ha podido también con esta.

(Por cierto, siempre me resultó curioso que se la llamara gripe española cuando se originó en Estados Unidos… Dicen quienes saben que fue porque en España recibió mucha atención de la prensa, porque en otros países censuraron todo tipo de información sobre ella. La libertad tiene estas cosas.)

Y por eso hoy quiero acabar con un mensaje de esperanza. Esperanza en que se puede vencer al monstruo. Que no todos nuestros mayores van a irse si son alcanzados por el virus. Que muchos de ellos, la mayoría, vencerá, gracias a su espíritu de resistencia y al enorme trabajo y sacrificio de nuestros sanitarios, que se desviven en cuidados y atenciones.

Por ellos, tengamos esperanza. Venceremos.

 

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